“If you have a milkshake and I have a milkshake, and I have a straw, there it is. That´s the straw, you see? Watch it. Now my straw reaches across the room and starts to drink your milkshake. I drink your milkshake! I drink it up!”. Esta secuencia de palabras procede de una de las escenas de la grandiosa película titulada “There will be blood”, dirigida por el genial Paul Thomas Anderson y protagonizada por el oscarizado Daniel Day-Lewis. Si bien es verdad que esta escena es algo violenta en la propia película, deja ver claramente cómo el petróleo fue y sigue siendo a día de hoy una de las fuentes de energía tan importantes para el ser humano. Por el contrario la situación de escasez de esta materia prima será sustancialmente distinta en los próximos años. Y les diré por qué.
Desde hace unos años muchas compañías petroleras y de energía han estado invirtiendo grandes cantidades de recursos en territorios como Colorado, Texas, California y Dakota del Norte así como también en algunas partes de Argentina, Inglaterra y Brasil. Según algunas estimaciones la producción de petróleo de EEUU aumentaría en un veinte por ciento y en diez años podría reducir la importación de esta materia prima en menos de la mitad. En términos estrictamente numéricos la producción podría alcanzar cerca de los dos millones de barriles de crudo al día lo cual no es nada desdeñable, a saber, más de lo que produce la totalidad del golfo de Méjico. De acuerdo con algunos expertos y analistas, existen "arenas petrolíferas" en Canadá, depósitos de "pre-sal" en Brasil y "petróleo apretado" en Estados Unidos. Por consiguiente el señor Aubrey Mclendon, director ejecutivo de Chesapeake Energy ha manifestado de modo reciente lo siguiente: "Hemos transformado completamente la industria del gas natural y no nos sorprendería si transformamos el negocio del crudo también en unos pocos años". Por tanto estos depósitos de petróleo y de gas que eran totalmente inaccesibles y nada rentables, ya empiezan a dejar de serlo gracias a las últimas innovaciones tecnológicas de extracción.
Las consecuencias políticas y económicas internacionales de estos avances pueden ser tremendas y significativas a medio plazo, muy posiblemente con la consiguiente bajada de precios en ambos tipos de energía. La futura demanda de materias primas por la creciente población asiática provocaría grandes tensiones en los productores actuales de estas energías, aquellos situados principalmente en torno al golfo pérsico y Venezuela. Observamos entonces una gran noticia debido a que la posición geoestratégica de Estados Unidos será mucho menos dañina en todo oriente medio. El autoabastecimiento y la independencia energética de algunos países occidentales están cada vez más cerca. Por el bien de todo el mundo espero que sólo nos quede decir una última cosa: Drill baby Drill !!!
Totalmente de acuerdo con lo indicado en el artículo. Aquí dejo un enlace interesante:
http://manuelalvarezlopez.blogspot.com/2011/09/there-will-be-oil-daniel-yergin.html
Un saludo.