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Lo que esconde la prohibición del velo en Francia

Esta semana queda prohibido el velo islámico integral en los lugares públicos de Francia. Los comentarios de los lectores en la prensa, webs y foros (I, II, III, IV…) muestran una nada sorprendente aceptación de la población española, pidiendo incluso que se aplique la misma ley aquí.

Como siempre, los demócratas alaban todas aquellas medidas de recorte de libertades civiles, de expresión y culto que vayan contra lo que para ellos es una guerra de civilizaciones en un mismo país en estado de paz: el fin ideológico de la democracia es la imposición de un grupo sobre el otro. Es la guerra eterna por la dominación de un grupo sobre otro pisoteando al individuo. No se dan cuenta que la mejor forma de convivencia es la expresa el refrán: "respeta si quieres ser respetado". La dominación de unos grupos contra otros solo genera odio, resentimiento y violencia.

Sin embargo, luego el español medio se muestra ante los sondeos y encuestas como un ser liberal, tolerante y sensato (“El Pulso de España 2010” —Metroscopia) cuando no es más que un esquizofrénico–bipolar–ideológico con tisc violentos. No es lo suficientemente valiente para aplicar la violencia y recurre al gran monstruo, al Estado. Como pronosticó Nietzsche en su delirante ensayo Así Habló Zaratustra:

¿Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abridme ahora los oídos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos. Estado se llama 'el más frío de todos los monstruos fríos'.

Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: 'Yo, el Estado, soy el pueblo'.

¡Es mentira! Creadores fueron quienes crearon los pueblos y suspendieron encima de ellos una fe y un amor: así sirvieron a la vida.

Aniquiladores son quienes ponen trampas para muchos y las llaman Estado: éstos suspenden encima de ellos una espada y cien concupiscencias.

[…] el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente —y posea lo que posea, lo ha robado. [...] Todo quiere dároslo a vosotros el nuevo ídolo, si vosotros lo adoráis: se compra así el brillo de vuestra virtud y la mirada de vuestros ojos orgullosos".

No hay más que ir a la página del Gobierno francés para ver lo que Zaratustra, a través del filósofo alemán, quería decir. Es el colectivismo y pensamiento único que busca Sarkozy mediante el engaño de “YO soy el pueblo” y “YO ordeno” mediante la fuerza:

"La Ley de 11 de octubre 2010 prohíbe ocultar el rostro en los espacio públicos. Esto marca el compromiso de la representación nacional para reafirmar solemnemente los valores de la República y las exigencias de la convivencia".

"La República (...) se basa en los valores comunes y la construcción de un destino común, no puede aceptar las prácticas de exclusión y rechazo, sea cual sea el pretexto o términos".

Recordando las palabras de Zaratustra, no es cierto que el Estado sea el pueblo. Es su mayor enemigo. No es cierto que represente la convivencia, es su mayor enemigo. No es cierto que represente los valores de la "nación" ni el individuo. Es su peor enemigo otra vez. El Estado es un monstruo sin autoridad que justifica sus acciones en propio beneficio e interés. Aunque la prohibición de creencias religiosas alimente las pasiones de la gente, no deja de ser un ataque a la libertad de expresión y de culto. Una acción que va a tener consecuencias en el largo plazo deteriorando más la convivencia entre musulmanes y no–musulmanes.

El principal valor de una sociedad civilizada para la pacífica y próspera convivencia ha de ser el respeto. Y algo así significa no violar los estilos de vida de las personas con las que convivimos. Mientras haya Estado y medios políticos, siempre tendremos la guerra eterna de todos contra todos. De aquí jamás va a salir un ganador.

Jorge Valín

Miembro del Instituto Juan de Mariana

www.jorgevalin.com

4 comentarios:

  1. Coincido con algunas cosas, como la crítica al Estado o sus métodos de control de masas, pero discrepo totalmente en el fondo porque se hace una visión sesgada, irreal e ilusoria, muy personal, típica de aquel que vive libre, o cree vivir libre, y presupone que todo el mundo es como él, libre, dueño y señor de sus actos que manfiesta a diario en su vida privada. En resumen: una visión muy burguesa del buen rollo.

    La realidad es que en Europa la clase política ha permitido la entrada masiva, en el caso de España, con cinco millones de desempleados, innecesaria, de legiones de musulmanes.

    Las primeras oleadas de musulmanes llegaban a Europa y soñaban con asimilarse. Era vivir en libertad. Podían ir al cine libremente, beber alcohol, leer lo que quisieran, pasar de rezar cinco veces al día, las mujeres podían hablar con quien quisieran en las calles, ir solas a comprar... Para muchas, la mayoría de estas personas, llegar a Occidente era sinónimo de salir de una cárcel mental y religiosa.

    La cosa ha cambiado mucho.

    Nuestros queridos políticos permitieron que regímenes islámicos tan maravillosos como el Saudí, o grupos integristas, crearan mezquitas, que llegaran imanes recién sacados de remotas montañas, permitieron que se pastoreara, se contara, se midiera, se aleccionara y se controlara, al rebaño salido de los países islámicos. Primero fue en las cárceles. Después en el entorno social. Se crearon verdaderas policías religiosas de paisano que controlan lo que hacen, lo que piensan, con quien salen, con quien se reúnen, con quien se casan, estos musulmanes.

    En resumidas cuentas, nuestros maravillosos estados europeos, los políticos, permitieron crear un submundo musulmán, en el que deben vivir los musulmanes. Y el que se intenta salir de eso, es amenazado, es perseguido, incluso es secuestrado o es apalizado.

    Lo estrambótico es que los desconocedores de esta realidad social, la defienden en nombre de una pretendida libertad. ¿Libertad para ser esclavo, para nacer esclavo, en el seno de una secta, "religión", en la que la mujer vale la mitad que un hombre y en la cual la apostasía se castiga con la muerte? ¿Libertad para eso? ¿Son los niños que nacen en este ambiente familiar libres de elegir nada?

    No sigo por no hacer esto muy largo, pero creo que deberías reflexionar seriamente sobre la veracidad de tus puntos de vista, sobre el enfoque. Porque tienes la cámara de fotos muy desenfocada. Saludos.

  2. La identidad individual es el precio que pagamos por vivir en sociedad. Exigir que por superstición se cambie ese concepto es aberrante. O delirante, como decías tu del texto en el que basas tu argumentación.

  3. Jorge, estoy absolutamente de acuerdo con lo señalado en tu columna de opinión . Me parece curioso y a la vez preocupante la práctica unanimidad "popular" en cuanto a la aprobación de esta prohibición por parte del estado francés. Esta prohibición simplemente, no pasa ni el más mínimo filtro de libertad individual y se trata de una medida liberticida extremadamente conservadora y con cierto tufillo fascista. Lo que más me extraña es que en el aparentemente, mundo liberal (léase Libertad Digital, Blog von Mises, etc), los comentarios vayan en el mismo sentido.

    Que no se malentienda, opino que resulta una estupidez enorme y un sinsentido absoluto la utilización de estos velos por parte de las mujeres musulmanas. Algo absolutamente retrógrado y machista. Sin embargo, si voluntariamente lo utilizan, están ejerciendo su libertad personal, sin agredir a nadie, aparte de eventualmente a si mismas. Por lo tanto, cualquier prohibición en este sentido carece totalmente de fundamento. No agreden al físico ni propiedad de otras personas, punto. Todo lo demás son imposiciones de conceptos morales (correctos o no) por una parte de la población a otra. Si hay que convencerlas que es una estupidez, hagámoslo, pero a través del convencimiento racional, no se puede imponer "la bondad por la fuerza".

    Como se ve en el comentario anterior, finalmente siempre se llega al populista tema de la inmigración y que nos vienen a invadir, etc, etc. Recomiendo la lectura de un ensayo de Albert Esplugas al respecto "Immigrants: Intruders or Guests", si alguien lo quiere se lo puedo enviar. No me voy a extender sobre esto ahora, porque da para mucho. Pero qué más te da "Stop" si construyen mezquitas, mientras lo hagan en su propiedad privada y con fondos propios? Lo que debiera molestarnos es que se subsidie esta tontería. Pero en ese caso es tan injusto el subsidio a las mezquitas, como a la iglesia católica o un templo jedi.
    En fin, me da temor la época en la que vivimos... es cosa de ver atrás en la historia, que este tipo de cosas se han repetido en diversas oportunidades y nunca ha salido nada bueno: la intolerancia y el querer imponer "el bien" por la fuerza.

  4. Hola Stop,

    creo que te alejas mucho de la nota. Te centras en la religión, cuando contra lo que cargo es contra el moralismo a punta de pistola del Estado


    Hola Maestro Bleda,

    lo aberrante es ceder la libertad individua al Estado, que nadie tiene que ver con el Estado. Es el falso profeta que prediga en nombre del hombre bueno cuando no es más que un gangster y charlatán que vive del robo, el crimen y la extorsión.


    Hola Herr Löbel,

    efectivamente, también lo que se caen en tópicos poco elavorados para defender lo indefendible: la libertad es innata del hombre, no una concesión o licencia estatal que el Gobierno concede a gusto.


    Gracias a todos por vuestras aportaciones!