Grecia suspendió pagos y se le otorgaron 110.000 millones de euros, de los cuales 80.000
millones provinieron del Fondo de Rescate europeo. Parece ser que ni aun así podrá hacer
frente a sus obligaciones y experimentará la quiebra. Lo cual demuestra la inutilidad del Fondo
de Rescate que fue creado para evitar los defaults soberanos.
No solamente el Fondo de Rescate es inmoral y contrario al Tratado de la Unión Europea
(ver aquí y aquí), sino que además ha sido un fracaso a la hora de solucionar los problemas
financieros europeos.
Los rescates financieros premian irresponsablemente las malas prácticas de los gobiernos
y bancos. Esto supone un “riesgo moral”, ya que ambos tomarán más riesgos de los que
asumirían en caso de no existir la posibilidad de ser rescatados en situaciones adversas.
Además, el resto de países pedirán el mismo trato y las mismas condiciones. Algo lógico.
Regalar miserablemente el dinero que nos hace falta al gobierno griego sólo ha conseguido
permitir la estafa por parte de la casta política griega (y de los grupos de presión
correspondientes). Se ha cargado el coste sobre todos los ciudadanos europeos, no solamente
griegos. Un coste que no recuperaremos y que tiene un coste de oportunidad brutal.
Concretamente, el coste para España del rescate griego es de cerca de 10.000 millones de
euros, o lo que es lo mismo, casi 600 euros por familia o más de 200 euros por persona.
Se decía que Grecia se recuperaría ¡en menos de 3 años! gracias al aumento de la presión
fiscal que llevaría a cabo el gobierno (si no recuerdo mal subió el IVA hasta el 23-24%) y a otros
recortes. Ahora ya nos podemos reír “tranquilamente” de semejante disparate. Ya decíamos
en otra ocasión (aquí, aquí) que lo de subir impuestos no era el camino más adecuado…
El remedio con Grecia es sencillo: expulsarlo del euro y que el coste del rescate recaiga sobre
los que poseen deuda griega y demás acreedores.
Por Juan Morillo Bentué.
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